De la fama universal a la fama segmentada
Con la llegada de internet y la diversificación de plataformas, la idea de un famoso “para todos” dejó de existir. Ahora, el creador que es viral en TikTok puede no tener ningún peso en Instagram. Un streamer de Twitch puede ser un desconocido en la televisión. Y la estrella de YouTube o Kwai no necesariamente se cruza con la de otras redes.
En lugar de una única fama masiva, hoy conviven múltiples universos paralelos donde cada comunidad elige a sus referentes según intereses, afinidades y pertenencias.
¿Qué implica la fama segmentada para las marcas?
Para quienes trabajamos en marketing digital, publicidad y comunicación, este cambio nos obliga a repensar nuestras estrategias.
Ya no alcanza con elegir a “la persona con más seguidores”. Lo importante es identificar a los referentes que realmente representan a la comunidad de nuestro consumidor. Es decir, priorizar la conexión con la audiencia correcta antes que la exposición masiva.
Cuando una marca se posiciona desde la perspectiva del consumidor, no solo ahorra tiempo y dinero: también construye relaciones más sólidas y auténticas.
Más allá del “minuto de fama”: construir vínculos
El error más común es correr detrás del “minuto de fama” de ciertos creadores o influencers. Esa estrategia puede dar visibilidad en el corto plazo, pero no siempre genera resultados duraderos.
En cambio, cuando una marca apuesta a crear vínculos reales con su comunidad, trabaja pensando a largo plazo. Y los vínculos, tanto en el marketing como en la vida social, son la base de la confianza.
Las personas no siguen a un famoso porque lo ven en todos lados: lo siguen porque sienten que forma parte de su mundo, que comparte su forma de pensar o que los representa de alguna manera.
Claves para trabajar con la fama segmentada en marketing
Segmentar audiencias: entender en qué plataformas está tu público y qué tipo de contenidos consumen.
Elegir referentes auténticos: buscar influencers o creadores de contenido que realmente conecten con tu comunidad.
Medir engagement antes que alcance: no importa tanto la cantidad de seguidores, sino la capacidad de generar interacción y confianza.
Pensar a largo plazo: construir relaciones sostenibles entre marca, creador y audiencia.
✅ Conclusión: la fama ya no es universal, sino segmentada. Y ahí está la oportunidad: en lugar de querer llegar a todos, el marketing digital actual permite conectar de manera profunda con quienes realmente importan.